La psicoterapia es el tratamiento científico que se basa en la colaboración entre el cliente y el psicólogo. El objetivo es cambiar pensamientos, sentimientos y conductas que están haciendo pasarlo mal a la persona.
Eso quiere decir que estaremos tú y yo, trabajando codo con codo, para que puedas aprender las estrategias necesarias para, por ti mism@, cambiar aquello que te está haciendo sufrir.
En mi consulta de psicología trabajo la psicoterapia cognitivo-conductual. ¿Y por qué? ¿Qué ventajas tiene este modelo de terapia? Podríamos resumirlo en 4 puntos fundamentales:
– Está basado en la evidencia científica. Todas las estrategias y técnicas que se utilizan en terapia tienen demostrada eficacia, en gran cantidad de estudios, que nos dicen que realmente funcionan. Así pues, es el modelo de psicoterapia que ha demostrado ser más efectivo para la mayoría de problemas psicológicos. Por ejemplo, en depresión y trastornos de ansiedad la tasa de éxito está por encima del 80%.
– Busca resolver los problemas de la forma más efectiva y breve posible. La terapia cognitivo-conductual busca resolver tus problemas lo más rápido posible pero buscando siempre los mejores resultados. Eso, como cliente, te ahorra tiempo y dinero.
– Está centrada en el presente y en el futuro. Es posible que sea importante conocer algunos datos de tu pasado para comprender mejor lo que te sucede actualmente. No obstante una vez conocidos ya no profundizamos ni trabajamos sobre ellos sino que nos centramos en el problema actual y en encontrar una solución para este ahora, que es cuando te está haciendo sufrir. Además será una solución que te valga también para el futuro, para siempre.
– No te hace dependiente del psicólogo de por vida. El objetivo primordial de la terapia cognitivo-conductual es conseguir que, como cliente, aprendas estrategias para resolver tus problemas por ti mism@. Me necesitarás para aprender estas estrategias y empezar a ponerlas en práctica, pero una vez las tengas adquiridas podrás volar sol@. Cuando te encuentres en situaciones similares en el futuro, verás que tienes más facilidad que antes para afrontarlas y que continúas siendo más feliz a pesar de todo.
Vale, todo esto está muy bien. ¿Pero cómo funciona? La terapia cognitivo-conductual se basa en que casi el 100% de lo que hacemos es fruto de nuestro aprendizaje. Aunque es cierto que nacemos con unas predisposiciones genéticas, son nuestras experiencias a lo largo de la vida las que nos llevan a interpretar y afrontar el mundo de una forma determinada. Te pongo un ejemplo para que lo veas más claramente: Una persona, a la que le gustan los perros, tiene una experiencia negativa con un perro de considerable tamaño. El perro se pone muy agresivo e intenta morderle, aunque al final no pasa nada y la persona no sufre ningún daño. La próxima vez que se encuentra con un perro de características similares la persona empieza a sentir mucha ansiedad y miedo. En este caso habría aprendido una fobia a los perros.
Aunque esta situación sería una de muchas posibilidades la verdad es que, en la mayoría de ocasiones, el aprendizaje que nos hace tener un problema es mucho más largo. El ejemplo de nuestros padres, familiares, amigos, nuestras experiencias conforme vamos avanzando en la vida, nuestros logros y nuestros fracasos, van construyendo poco a poco nuestra forma de ver y afrontar el mundo. Y algunas veces, esos aprendizajes que adquirimos nos llevan a enfrentar algunas situaciones de forma que nos hace sufrir, o que incrementa el sufrimiento que estamos sintiendo. Por ejemplo, si una persona ha aprendido que la mejor forma de gestionar los problemas es evitarlos, cada vez que se encuentre con una situación que considere complicada muy probablemente intentará evitarla y no la afrontará. Eso posiblemente le generará más problemas y quizá también sufrimiento, porque en la vida tenemos que estar afrontando problemas más o menos grandes constantemente.
Por lo tanto, podríamos decir que la base de la terapia cognitivo-conductual es desaprender y reaprender. Si decides acudir a terapia lo que harás será desaprender aquellas formas de ver o enfrentar el mundo que te hacen sufrir y aprender nuevas estrategias para afrontar los problemas que te permitan ser más feliz.
Fases de la terapia cognitivo-conductual
1. Evaluación
En esta fase de la terapia trabajaremos para obtener toda la información importante sobre tu problema. Para conseguirlo iremos hablando sobre aquello que sea relevante para entender qué es lo que te hace sufrir. Al terminar esta fase tendré claro:
- Cuál es el problema.
- Cómo empezó.
- Por qué se mantiene a pesar de tus esfuerzos por solucionarlo.
Nº de sesiones: entre 2 y 4 sesiones.
2. Explicación de la hipótesis
Una vez tenga claro cuál es tu problema, dedicaré una sesión a explicarte, con todo el detalle posible toda la información relevante para que comprendas perfectamente por qué te pasa lo que te pasa.
Por supuesto, podrás plantearme todas las dudas y preguntas que tengas. Es muy importante que comprendas cuál es el problema para entender cuales van a ser las estratégias que utilizaremos para solucionarlo.
Nº de sesiones: generalmente 1 sesión.
3. Terapia
A partir de este momento empezamos a trabajar codo con codo para solucionar tu problema. Como he comentado antes, la terapia-cognitiva es un proceso de desaprender y reaprender. Durante esta fase aprenderás nuevas estrategias durante la sesión y después las practicarás en casa. Así poco a poco irás adquiriendo nuevos aprendizajes y tu malestar se irá reduciendo progresivamente.
Podemos decir que esta fase es similar a un entrenamiento. Te entrenas en estrategias que te ayudan a superar tu problema. Y como en todo entrenamiento, cuando más empeño y dedicación pongas, más y mejores son los resultados. Por supuesto ahí estaré yo para ayudarte en todo lo posible.
Nº de sesiones: podemos decir que como media 12-15 sesiones, aunque es muy variable y depende mucho del problema.
4. Seguimiento
Una vez se ha solucionado tu problema, entramos en la fase de seguimiento. Comenzaremos a distanciar cada vez más las sesiones para dejarte volar sol@ y que compruebes que ya no necesitas mi apoyo para afrontar las situaciones que te hacían sufrir.
Durante esta fase trabajamos dudas y contratiempos que puedan surgir y consolidamos tus aprendizajes.
Nº de sesiones: entre 3 y 6 sesiones habitualmente.