¿Te gustaría que las cosas entre tú hij@ y tú fueran diferentes? ¿Está pasando un mal momento y quieres ayudarle? ¿O eres un/a adolescente buscando ayuda para superar aquello que te está haciendo sufrir? Si estás dispuesto a trabajar por ello, puedo ayudarte a conseguirlo. Posiblemente tendrás que cambiar algunas cosas, pero partiendo de lo que haces bien (porque probablemente hay mucho) podemos conseguir que todo mejore. Que consigáis afrontar los problemas de forma más positiva y que seáis mas felices.
Sea lo que sea lo que os está haciendo sufrir, si queréis, podemos trabajar para superarlo. Algunos de los problemas que trabajo habitualmente en mi consulta de psicología y con los que puedo ayudaros son:
- Ansiedad
- Depresión
- Fobias
- Dificultades en la comunicación padres-hij@
- Orientación académica/Técnicas de estudio
Si quieres empezar a cambiar las cosas y mejorar tu vida y/o la de tu hij@, no esperes más, contacta conmigo y pide una cita. Estaré encantado de poder ayudaros.
Ansiedad
Los problemas de ansiedad que tenemos durante la adolescencia son los mismos que cuando somos adultos. Es cierto que los estudios, los amigos y las relaciones sociales y sentimentales cobran gran importancia durante esta etapa de nuestra vida y pueden causarnos problemas si no hemos aprendido las habilidades necesarias para afrontarlos con éxito. Pero no sólo estas cosas nos preocupan cuando somos adolescentes y básicamente podemos tener las mismas preocupaciones que cualquier adulto y sufrir los mismos problemas de ansiedad: Ansiedad generalizada, pánico/agorafobia, TOC, hipocondría y fobias.
Depresión
La adolescencia es una etapa compleja y complicada, dejamos de ser niños para empezar a convertirnos en adultos y ese no es un camino fácil. Nuestra capacidad emocional crece a pasos agigantados y todo aquello que nos importa lo vivimos intensamente. Disfrutamos y también sufrimos, los dos elementos forman parte del proceso y a través de nuestras experiencias vamos construyendo nuestra identidad. Es cuando algo nos hace sufrir más de la cuenta cuando podemos llegar a deprimirnos. Durante esta etapa, a veces, nos cuesta mucho pedir ayuda y en muchas ocasiones la tristeza y la desesperanza propias de la depresión, se mezclan con el enfado y la sensación de que le mundo va en nuestra contra.
Fobias
Una fobia es un miedo muy intenso, que genera sensaciones muy desagradables, a algo a lo que la mayoría de gente no tiene miedo, o al menos no tanto. Durante la adolescencia podemos desarrollar las mismas fobias que cuando somos adultos (perros, insectos, oscuridad, alturas, volar, agua, agujas, etc). Sí que es cierto que por la importancia que tienen las relaciones sociales y los estudios durante esta etapa de nuestra vida, la fobia social y la fobia a los exámenes suelen aparecer con mayor frecuencia. La fobia social es un miedo enorme a ser rechazado por los demás. La fobia a los exámenes es un miedo muy elevado a quedarse en blanco, no haber estudiado lo suficiente y/o suspender, lo que genera un elevado nivel de ansiedad no sólo en el momento del exámen, sino también cuando estamos estudiando y en muchas ocasiones reduce mucho nuestro rendimiento.
Dificultades en la comunicación padres-hij@
Durante la adolescencia se producen muchos cambios. Los más obvios son los físicos pero no son los únicos. Quizá los más importantes son los cambios que se dan en cómo percibimos a los demás y a nosotros mismos. Empezamos a darnos cuenta de que hay muchas formas de ver entender lo que pasa a nuestro alrededor y nos planteamos por primera vez que, posiblemente, la forma de ver las cosas de nuestros padres (o de otras personas de referencia) no son las únicas que existen. Queremos empezar a tomar nuestras propias decisiones y aportar nuestras propias opiniones, que muchas veces entran en conflicto con las que nuestros padres nos plantean. Este proceso, que evolutivamente es necesario puesto que nos ayuda a madurar y consolidar nuestra personalidad, genera casi siempre conflictos y discusiones más o menos importantes. Cuando todo va bien, pasamos por una etapa con situaciones molestas y algo desagradables pero que se pueden gestionar normalmente. En cambio hay otras veces en que los cambios son tan drásticos que generan situaciones mucho más desagradables, que si no se consiguen resolver, se convierten en una etapa que puede generar mucho sufrimiento tanto en los padres como en los hijos adolescentes.
Orientación académica/Técnicas de estudio
La adolescencia es la etapa en la que, posiblemente, los estudios tienen mayor importancia. No porque pasemos más o menos horas estudiando o en clase, sino porque lo que elegimos y los resultados que obtenemos condicionan mucho nuestro futuro. Es cierto que hay veces que no nos va bien en los estudios porque no hemos desarrollado un buen hábito de estudio: rutinas estables en cuanto a horario, espacio y prioridades. Pero también es cierto que podemos tener un buen hábito y aún así tener dificultades que suelen tener dos causas: la forma de estudiar y/o la falta de motivación por no saber qué es lo que quiero estudiar. Las dos cosas son tremendamente importantes. Si no estudio de la forma adecuada no podré sacar todo el rendimiento posible a mi esfuerzo y probablemente mis resultados se verán afectados. Por otro lado si no tengo un objetivo claro, si no se hacia donde quiero encaminarme, mi motivación para seguir avanzando puede verse afectada y quizá acabe estudiando algo que realmente no quería y en lo que me costará mucho poner el interés necesario para progresar. Tener dificultades en cualquiera de los dos aspectos genera sufrimiento y malestar en los adolescentes y también en los padres que se preocupan por los estudios de sus hijos.